lunes, 12 de enero de 2015

Sureste trip (Puebla y Oaxaca)

Después de meses organizando el viaje, de cambios en el itinerario y de esperar con muchas ansias la fecha, llegó el viernes 12 de diciembre.
En principio íbamos a visitar los estados del sur de México: Puebla, Oaxaca, Chiapas, Quintana Roo, Campeche y Veracruz. Además de los países vecinos: Belice y Guatemala. En esta ocasión viajábamos más personas que en otros viajes: Robert, Estefy, Álvaro, Chris y yo.

Nuestro autobús salía a las 22:00, así que llamé al taxi para que nos recogiese a las 21:15. Dejé la habitación libre porque se suponía que regresábamos el día tres de enero o así y mi contrato se acababa el día uno y si dejaba aunque fuesen las maletas en la habitación me cobraban.
Nos subimos al taxi pero resultó que había un trafico para morirse por ser el día de la virgen Guadalupe. No hubiésemos llegado a tiempo si no hubiese sido por el taxista que conducía como un loco, de hecho llegamos un minuto antes de que partiese. El viaje ya prometía desde el principio....

(Esta foto es horrible pero la primera del viaje)

Día 1

Llegamos a DF a eso de las 4:30 y fuimos rápido a comprar el boleto hacia Puebla (ciudad patrimonio de la humanidad) a las 5:20 de la mañana para llegar allí sobre las 7:30.
Una vez allí nos apoyamos en todos los papeles que traía preparado sobre los lugares a visitar. Nos dirigimos hacia el zócalo en camión y visitamos la catedral, la capilla de la virgen del rosario y la biblioteca palafoxiana (biblioteca pública más antigua). Álvaro y yo fuimos todo el día cargando con la mochila en vez de dejarla en la estación y así ahorrarnos unos pesillos ;)





Tomamos un camión hacia Cholula, un pueblo situado a pocos km de Puebla donde se encuentra la pirámide más grande de todo México pero bajo tierra, porque encima de ella se encuentra la iglesia tan fotografiada y utilizada en los folletos turísticos.
El camión no nos avisó y nos fuimos hasta la última parada, así que nos tocó caminar como unos veinte minutos o más para llegar al pueblo. Entramos a la pirámide gratis con nuestra credencial de estudiante (como en la mayoría de los lugares). Buen lugar para hacerte una idea de como es una pirámide por dentro.



La subida a la cima de la pirámide en donde estaba la iglesia fue muy dura, más aún con la mochila, pero las vistas merecían la pena. Se podía ver el volcán un poco a lo lejos pero no tan impresionante como en las fotos porque no tenía nieve. Una linda iglesia de color así como amarillo.




El tiempo se nos iba a echar encima así que decidimos bajar y comer algo antes de ir a la central para tomar el camión hacia Oaxaca. Habría estado bien visitar un poco más la ciudad de Puebla pero no teníamos tiempo suficiente. El camión hacia Oaxaca salía a las 15:45.


El conductor era super lento y llegamos a Oaxaca como a las 21:15, mucho más tarde de lo previsto. Además el hostal que habíamos mirado estaba lleno, algo que nos pasaría durante casi todo el viaje porque todos los estudiantes viajábamos a los mismos lugares y en las mismas fechas.
Nos tocó estar dando vueltas mirando en la guía de Chris hasta encontrar uno muy barato de casualidad cerca del centro.
Los chicos nos fuimos a cenar unos tacos por el zócalo mientras las chicas descansaban.

Día 2

Después de desayunar nos fuimos a buscar un colectivo que nos llevase a Monte Albán. De casualidad pasó un camión que nos dijo que nos llevaba a las ruinas pero resulto no ser así y nos deó en medio de la carretera casi. Tuvimos que subir durante treinta minutos por una carretera secundaria por la que no pasaba ni dios.





Queríamos hacer dedo para subir pero nuestro compañero Robert no quería así que nada.
Seguimos subiendo hasta llegar a la entrada de la zona arqueológica donde de pura casualidad nos encontramos con nuestra roomie Lisa que estaba haciendo un viaje muy parecido con su amiga con la diferencia de que ellas salieron tres días antes.
Las ruinas de Monte Albán están en lo alto de un macizo bastante llano con un clima semi-desértico, nombradas patrimonio de la humanidad y bastante más simples que otras que veríamos durante el viaje. A mí se me daba un aire a Teotihuacán, de hecho tuvieron mezcla las dos culturas.
En el lugar hacía bastante calor y ya empezábamos a torrarnos, me pareció un lugar hermoso y peculiar. Se me hizo bastante padre que el paisaje era así seco.





                                     




A la vuelta bajamos en el camión que iba directo al centro, comimos en el mercado "20 de noviembre" algo típico oaxaqueño. y fuimos a visitar el centro histórico (patrimonio de la humanidad). En Oaxaca destaca el trabajo del cacao.


Visitamos lugares como el zócalo, el andador turístico, la iglesia de Santo Domingo de Guzmán, etc. Algo que se me hizo feo fue que el zócalo estaba demasiado lleno de puestos de ropa y artesanías, lo que le restaba un poco de encanto. En general los precios estaban muchísimos más baratos que en Guadalajara, los tres hombres nos compramos la típica chamarra que venden en muchas ciudades por solo 100 pesos gracias al "precio amigo" de Robert XDD.






Ya atardeciendo nos fuimos a una posada de cacao donde daban a probar diferentes tipos de cacao: espumoso, fermentado, normal, puro, con maiz, con pulque, etc. Después de inflarnos y pasar un buen rato nos fuimos al hostal a jugar un rato al billar y a descansar.








Día 3

Para este día teníamos contratado un tour para visitar: Hierve el agua, Mitla, Tenotitlan y una fábrica de mezcal. Nos venían a buscar a las 10:00 así que dejamos las cosas preparadas para cuando volviésemos a las 19:00 salir rápido hacia la central camionera porque a las 21 salía nuestro bus a San Cristóbal.
Fuimos en una furgoneta con más turistas donde conocimos a una chica muy simpática de Polonia que viajaba sola también por todo el sur de México. La guía que nos tocó era un encanto de mujer, se notaba que disfrutaba con su trabajo muchísimo. El tour nos costó 250 pesos con entradas.
El primer lugar que visitamos fue el Árbol del Tule, el árbol con el tronco más ancho del mundo ubicado en Santa María del Tule.




Después fuimos a Tenotitlan del Valle donde te mostraban como se teñían y elaboraban los tejidos. Además aprovechamos para jugar un rato al fútbol con un niño mexicano.




Las siguientes paradas se hicieron difíciles de llegar porque la carretera estaba cortada por unos manifestantes que exigían el pago de los maestros de sus escuelas. El problema era que no habían otros caminos para llegar y que el tiempo lo teníamos muy justo. Que bueno que el chófer supo agarrar un camino de arena para continuar.



Al fin llegamos a Mitla, bonitas y pequeñas ruinas zapotecas donde lo más destacado eran los glifos que parecían como si estuvieses en movimiento.






Después nos llevaron a comer, pero como los de los tours son muy listos te llevan a comer sitios con los que seguro tienen convenio. Total que acabamos en un buffet en mitad de una carretera que costaba 140 pesos aunque si es cierto que estaba cojonuda la comida típica de la región.

La siguiente parada eran las Hierve el agua, unas cascadas petrificadas bastante impresionantes, el paisaje desde allá arriba era una pasada. Además habia unas pozas donde te podías bañar.Tuvimos que bajar un camino durillo para tener una mejor perspectiva del lugar. Todo el camino fuimos con la chica polaca con la que hicimos bastantes migas.
A lo último nos encontramos un pajarillo que parecía domesticado, lo ponías el dedo y se te subía XD. Tuvimos que irnos rápido para que no nos siguiese. Por poco llegamos tarde al punto de encuentro para partir, tuvimos que ir corriendo desde abajo. Este lugar como muchos otros en Oaxaca estaba administrado y controlado por la comunidad local, no querían que el gobierno metiese mano.








El último lugar a visitar era la fábrica de Mezcla, pero también se nos hizo difícil llegar por los cortes. Tuvimos que ver la fábrica super rápido, nos dieron a degustar algunos tipos como el de maracuyá y vimos el famoso del gusano.




Corriendo volvimos al hostal, nos pusimos la mochila y a toda hostia hacia la estación... Quedaban veinte minutos para que saliese nuestro camión, así que Robert sin ninguna vergüenza pidió a oda la fila que había que si nos dejaban pasar los primeros para comprar los boletos. Menos mal que llegamos justo a tiempo.
Ahora nos esperaban diez largas horas hacia San Cristóbal, pequeña ciudad situada en el estado vecino de Chiapas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario