miércoles, 14 de enero de 2015

Sureste trip (Chetumal y Veracruz)

Ya en México concretamente en Chetumal la capital del estado de Quintana Roo en Yucatán, tomamos un taxi hasta Bacalar, un pueblo mágico conocido por su laguna también llamada de los 7 colores por los diferentes tonos de azul que ofrece. Además tiene cenotes y un fuerte construido para defenderse de los ataques piratas.
Nuestra idea allí era ir a unas cabañas a la orilla del lago, así que cuando llegamos fuimos a preguntar a la gente de allí si conocían algo barato pero nadie nos supo contestar bien. De casualidad además nos encontramos en una terraza de un bar a unos chicos españoles que conocía de Guadalajara. Álvaro se quedó allí platicando con ellos y yo me fui con las chicas a buscar un sitio donde dormir y pasar la nochebuena, finalmente encontramos uno muy cerca del centro del pueblo por solo 150 pesos en una habitación privada con dos camas matrimoniales a la pura orilla del lago.

Lo primero que hicimos después de dejar las cosas fue ir a dar una vuelta por el pueblo aunque lo poco que vimos era bastante feo y a compra la cena para la noche. Era bastante raro porque no se sentía la navidad por mucho adorno que hubiese por la calles, simplemente con el calor que hacía y lo lejos que estas de tu familia.




Antes de cenar acompañé a Chris a misa porque decía que estaba acostumbrada a ir esa noche a la iglesia y no iba a dejarla sola, además tenía curiosidad por ver que hacían los mexicanos en una noche tan especial como aquella. Me daba cosilla no estar con mi familia y no haber podido hacer skype un rato pero pasé un buen rato con mi otra "familia", se les va a echar de menos.
El menú consistía de macarrones carbonara con una tortilla de patatas acompañado con cervezas.
Después de la cena estuvimos escuchando un rato música y nos fuimos a dormir aunque con bastantes mosquitos.

Día 13

Después de varios días madrugando nos levantamos como a las 10:00 y desayunamos tranquilamente mirando el día tan estupendo que hacía dando al agua un color azul precioso. Nada más terminar nos pusimos el bañador e intentamos ir a la playa para echarnos un baño pero cuando llegamos resultaba que había que pagar 10 pesos así que volvimos a nuestro muelle para bañarnos en las mismas cabañas.









Básicamente estuvimos todo el día de navidad allí tirados disfrutando de un poco de relax a orilla de esa laguna caribeña. Lo malo es que a lo último se empezó a nublar y que por estos sitios anochece muy pronto y a las 17:00 ya se te acaba todo el chollo.
El resto del día nos dedicamos a cocinar, a dar una vuelta por el pueblo, hacer unas compras y volvimos a ir a misa pero con Álvaro esta vez también.
Una familia mexicana muy simpática que había en el hostal compartieron sus quesadillas y tortillas con nosotros antes de que nos fuésemos a dormir. Una de las cosas graciosas del día fue que un hombre que trabajaba en el hostal le pidió a Estefy una foto porque decía que se parecía cantidad a una actriz conocida.

Día 14

Despertamos con tranquilidad, nos hicimos el desayuno y nos preparamos para tomar un taxi hacia Chetumal. La putada fue que cuando llegamos a la estación nos dijeron que ya no quedaban boletos para ir a Campeche como teníamos pensado y dónde estaría Robert esperándonos para unirnos de nuevo. Lo primero que se nos ocurrió fue saltarnos Campeche y seguir con el siguinete destino: Veracruz. Lo malo era que no salía uno hasta las 22:00 de la noche y sin descuento de estudiante pero lo compramos de todos modos por 1.000 pesos.
El resto del día lo tuvimos que pasar haciendo tiempo en aquella fea ciudad. Fuimos a tumbarnos a un descampado cerca del mar y a decidir que hacíamos en año nuevo. Hubo bastante discrepancia en ponernos de acuerdo porque unos decían que no tenían dinero y querían ir a Guadalajara y otros que preferían pasarlo fuera. Al final decidimos que lo pensaríamos en Veracruz.
Lo más destacado del día fue la vuelta tonta que nos dimos Estefy y yo por un faro abandonado y que sin meditación alguna decidí meterme a cortarme el pelo en una peluquería que me lo cortó en dos minutos por tan solo 40 pesos.


Después de aquel largo día y de haber reorganizado el viaje nos esperaban quince largas horas de viaje hasta la mitad del país. Cada vez estábamos más cerca de Guadalajara.

Día 15

El viaje seguía y de hecho siguió más de lo debido por que el viaje duró diecinueve horas por un accidente de tráfico que complicó el camino. Una verdadera paliza.
Con lo que llegamos a la ciudad portuaria de Veracruz a las 17:00. La primera ciudad fundada en América, por donde entró Hernán Cortés en México.
Lo primero que hicimos fue buscar un hostal barato, cosa que estaba difícil porque nos dijeron que está época está todo a full. Tuvimos suerte de encontrar uno a 100 metros del hostal aunque muy cutre, fijo que allí había muerto gente.
Bajamos a ver la ciudad y su malecón antes de que anocheciese, la primera impresión fue que se parecía a una ciudad de playa de España, que había mucha gente, hacía calor y había pocas cosas que ver. Lo que más me gustó fue el famoso café llamado "La Parroquia" un café muy antiguo en donde preparaban unos lecheros que me recordaban a mi querido café de España.




Nada más entrar ya escuchabas el tintineo de las cucharillas al golpear el vaso de la gente pidiendo la leche.

Al pasar por un puesto de artesanías que había por la calle me compré unos puros por solo 20 pesos y continuamos dando nuestro paseo. Antes de volver al hostal a descansar dejamos cerrado ya el plan para nochevieja, la idea era llegar el día 29 o 30 a Guadalajara para pasarla allí. Por lo que decidí irme al día siguiente a visitar una ciudad patrimonio de la humanidad que había muy cerca: Tlacotalpan, iría yo solo porque los demás prefirieron quedarse durmiendo y ahorrars ese dinero.

Día 16

Después de pasar una noche horrorosa en aquel hostal pegado a la ruidosa estación de autobuses agarré mi mochila y me fui a la estación a las 6:00 de la mañana para tomar el camión hacia Tlacotalpan. El trayecto duraría cuatro horas ida y vuelta y por un precio de 80 pesos nada más.
Que bueno que fui pronto porque la pude visitar sin ver apenas a ningún turista y todo muy tranquilo. Además la neblina que había le daba un aspecto mágico. Una lugar pequeño y rápido de visitar pero de lo más bonito que he visto nunca, casas de todos los posibles colores mezclado con tonos blancos y con una arquitectura sencilla pero hermosa. Los dos templos que hay en el centro son la guinda qu culmina el pastel, aunque uno estaba en reparación. Mejor mirad las fotos:









A las 12:00 ya estaba de vuelta en Veracruz y me encontré con mis compañeros en el hostal, además Robert ya había vuelto desde Campeche, una alegría verle de nuevo.
Visitamos lo que nos quedaba por ver de la ciudad, el baluarte y alrededores.











Una de las cosas que más me llamó la atención eran los chicos que había en el puerto recogiendo las monedas que les lanzaba la gente.


De nuevo fuimos al café para que lo viese Robert y volvimos al hostal.
Antes de dormir Estefy montó el show de la noche con el tanga volador.


Al día siguiente Estefy y yo nos íbamos a Papantla muy temprano, y Robert, Álvaro y Chris se quedaban un día más para salir por la noche hacia Df y de ahí a Guadalajara.

Día 17

Estefy y yo nos levantamos a las 5:30 de la mañana camino de Papantla y las ruinas.
Hasta Papantla fueron casi unas cuatro horas de autobús, una vez allí compramos los boletos para ir a Poza rica y desde allí a DF llegando aproximadamente a las 22:00.
Papantla es un pueblo mágico conocido por su producción de vainilla y por su cercanía a las ruinas de El Tajín, a las que fuimos en un camión que botaba demasiado en los baches.
En El Tajín no hacía demasiado calor y se veía bastante verde aunque llevase sin llover hace un tiempo ya. Las zona era pequeña pero las ruinas eran diferentes a las que habíamos visto, sobre todo me  gustó la pirámide de los cinco nichos.










Además Estefy no me tuvo demasiado esclavizado con las fotos XD.
Para volver un taxi nos ofreció llevarnos de vuelta al pueblo por tan solo 14 pesos cada uno.
Una vez en el pueblo fuimos a ver que tenía de interés, fuimos  a ver la iglesia y los famosos voladores.



Subimos al mirador y al monumento del volador, una figura de unos cuantos metro de altura.



Bajamos al centro y vimos un mercado donde vendían puros y pulseras con aroma de vainilla entre otros.




Volvimos a la estación y tomamos nuestro equipaje que habíamos dejado fiado al de seguridad a cambio de una "propinita".
Primero fuimos a Poza Rica y de ahí salimos a las 18:30 para hacer escala en DF dónde compramos los boletos para ir a Guadalajara con hora de salida a las 23:30. Fuimos por solo 330 pesos en un autobús de super lujo en donde te regalaban papas, bebida, bizcocho y auriculares, además de una almohada.
Finalmente y después de 18 días estábamos de vuelta el 29 de diciembre de 2014 en Guadalajara.

Con esto termino con los viajes por la república mexicana. Un viaje en el que hicimos más de 6.000 km, descubrimos muchísimos estados de este lindo país además de dos países vecinos más. Aunque a lo último estábamos ya reventado y sin dinero mereció la pena de verdad. Estoy encantado de haber conocido a estas magníficas personas con las que espero volver a viajar algún día.
El próximo post de un viaje será el de Estado Unidos, Chris me acompañará por New York pero el resto me toca hacérmelo a mí solo.

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