lunes, 12 de enero de 2015

Sureste trip (chiapas)

Día 4

El viaje no se me hizo tan largo como esperaba al ir durmiendo un poco. Llegamos a la estación de San Cristóbal a eso de las 7:30 y fuimos a buscar el hostal que teníamos mirado. Se suponía que estaba cerca pero tuvimos que andar un buen rato, al menos así conocimos un poco el centro de la ciudad. Sin embargo, resultó que también estaba lleno así que nos bajamos a uno que estaba en la calle de al lado. Tuvimos mucha suerte porque Robert y yo nos metimos en una habitación privada ya que los dormitorios estaban a tope, el precio no cambió, seguía a 100 pesos la noche con desayuno. A las 9:00 contratamos un tour en el mismo hostal para el Cañón del sumidero y Chiapa de Corzo.
Desayunamos y nos vinieron a recoger, el hostal estaba bastante bien, había un peculiar hombre que se encargaba de los desayunos con el que te reías mucho. Desde el primer momento ya notamos que hacía bastante más frío que en las otras ciudades a pesar de estar en Chiapas.
No tardamos mucho en llegar al sitio, por cierto, nos encontramos de nuevo con la polaca hahahaha.
En cuanto bajamos ya se notaba el calorazo que hacía, nos pusieron los chalecos y nos montamos en las barcas. Sin duda este lugar era una maravilla, una de las excursiones que más me gustó.
Era una sensación de inmensidad increíble, con paredes de hasta un kilómetro de alto.  Estefy pidió al lanchero que le dejase subir arriba con él, desde allí salieron unas fotos padrísimas.







El trayecto duró unas dos horas, nos quedamos con ganas de ver los monos araña pero sí que pudimos ver a los cocodrilos.





Después fuimos a ver el pueblo mágico de Chiapa de Corzo donde nos dejaron unos cuarenta minutos. Vimos a Lisa a lo lejos. Comimos y nos regresamos a San Cristóbal. 



Ya en San Cristóbal fuimos a visitar el centro de esta hermosa ciudad con un toque bohemio. Una ciudad limpia, bien cuidada y con una arquitectura que no deja indiferente a nadie. Subimos al cerro desde donde teníamos unas buenas vistas.





También fuimos a la catedral, y con nuestra amiga polaca a ver la iglesia azul.






Ya de noche en el hostal Álvaro y yo nos subimos a tomar una cerveza a la terraza y después a ver las estrellas en la terraza con un mexicano, una mexicana y una colombiana. Pero al poco me bajé por el frío que hacía.

Día 5

Después de dormir estupendamente en la gran cama que teníamos, bajamos a desayunar y nos fuimos a visitar el pueblo indígena de Chamula en un colectivo. El chico mexicano de la noche anterior vino con nosotros. Chiapas está caracterizado por tener una gran proporción de población indígena y Chamula es un gran ejemplo. Pueblo pequeño pero perfecto para conocer la vida de estas personas. Para entrar a la iglesia había que pagar un pago y las fotografías estaban prohibidas dentro.




A la vuelta fuimos a ver un poco más del centro y enseguida recogimos las cosas del hostal y nos fuimos a tomar el camión hacia Palenque. En la estación nos volvimos a encontrar con Lisa y su amiga. Resultó que había problemas en la carretera de nuevo con los bloqueos y no podía llegar ningún camión desde Tuxtla. Los colectivos eran la única opción que nos quedaba así que tuvimos que buscar uno que nos llevase a Ocosingo y desde allí tomar otro hacia Palenque. El problema fue que a Robert le daba mal rollo y tardamos un rato en convencerlo.
Llegamos a Palenque a las 22:00 y buscamos un hostal en el pueblo porque ya no nos daba tiempo d ir a las ruinas. Encontramos uno muy cutre por 100 pesos la noche. Dando una vuelta para cenar dejamos contratado el transporte que nos llevase a Guatemala.

Día 6

Despertamos y nos bajamos a buscar un tour para ir a Agua Azul y Misol-Ha, encontramos uno cerca del hostal que nos ofrecía transporte a las ruinas de Palenque y los otros dos lugares, aunque no teníamos planeado ir a las ruinas de Palenque ese día estaba bastante barato.
Nos llevaron como siempre en una furgoneta y nos dieron unas tres horas para visitarlas. Era de los lugares que más ganas tenía de conocer y desde luego que no me decepcionó. Unas ruinas hermosisímas en mitad de la selva desde donde se podía escuchar a los monos aulladores gritar.










La visita fue una pasada, además nos encontramos otra vez con la polaca XD.

El siguiente lugar fue la cascada de Misol-Ha por la que podíamos pasar por debajo y verla desde dentro. Una caida de agua bastante imponente aunque parecido a lo que vimos en la Huasteca.




Cuando llegamos a Agua Azul nos sorprendió el reluciente color azul turquesa del agua, un bonito parque nacional donde nos bañamos y conocimos a unos españoles que nos dijeron que estaban hospedados en las cabañas de la selva donde teníamos planeado ir, llamado El Panchán.






Ya de regreso llegamos de noche a Palenque, compramos algo para comer allí en las cabañas y así no gastar tanto dinero en el restaurante. Subimos con miedo de que no hubiese sitio en las cabañas baratas pero sí que había una cabaña de cinco. Hacía bastante calor allí en la selva.
Estuvimos en el restaurante de allí escuchando música en directo, había bastante buen ambiente. El español nos recomendó no comer la comida de allí porque había mucha gente que estaba muy mala vomitando y pensaban que había sido el queso.

Día 7

Despertamos pronto y fuimos a cambiar de habitación porque la nuestra estaba ocupada la siguiente noche. Justo cuando hablábamos con la recepcionista nos encontramos con unas chicas vascas que Álvaro había conocido en Guanajuato y juntos contratamos un tour por la selva de Palenque con un hombre que nos habían recomendado. Un gallego que había por allí también se apuntó con nosotros.



El tour duró desde las 12:00 a las 18:00. El guía nos explicó cosas sobre las plantas, cómo curar picaduras de araña y de serpiente, y diferentes aspectos sobre medicina y botánica. Vimos alguna araña bastante imponente y bonitos bichos.










El guía la verdad que era una maravilla, había vivido toda su vida en la selva y era todo un profesional. Comimos termitas como podéis ver en la foto.
También nos enseñó a beber agua de una liana.




Pudimos ver a los monos gracias al guía Paco que los llamaba, pero muy de lejos,

Después nos fuimos a una especie de laguna a bañarnos y quitarnos todo el sudor.
Volvimos pronto y nos encontramos con Chris que no quiso venir porque le daban asco los bichos y no quería ver la selva. Nos preparamos para el día siguiente que salíamos hacia Guatemala. Fuimos a cenar al restaurante y despedimos a Robert que se separaba de nosotros porque el no podía pasar ni a Guatemala ni a Belice por su pasaporte camerunés, se iba a ir a Yucatán mientras estuviésemos fuera de México.

No hay comentarios:

Publicar un comentario