viernes, 27 de enero de 2017

Italia Secreta: Lagos, Toscana y Venecia

Octubre tardó en llegar pero lo hizo de la mejor manera posible....¡Viajando!
Este verano de 2016 había sido duro e intenso. Largos días de trabajo, con mucho estrés pero sacando el trabajo adelante y cumpliendo o incluso superando las expectativas. La temporada alta estaba llegando a su fin y con ello la hora de un merecido descanso.
Desde hacía unos meses en mi empresa me comunicaron la gran noticia de que se me iba a dar la oportunidad de poder realizar un circuito de los que organizamos, para poder así ver toda la operativa desde dentro. Muy posiblemente el destino fuese Italia ya que es de los que más vendemos. De hecho
así fue, y más concretamente el titulado: Italia Secreta. El cual tenía una duración de 9 días / 8 noches y recorría la zona norte de Italia, los Lagos, la Toscana y Venecia.
La fecha de salida era el día 8 de octubre desde Milán, finalizando el 16 de Octubre en Venecia.

En esta ocasión el resumen del viaje lo voy a hacer de una manera más resumida, dividiendo los días por etapas.

1º Día (Sáb) - Inicio de Viaje / Milán / Como

Mi avión salía el sábado 08 de Octubre a las diez de la mañana desde la T4 de Barajas en dirección al aeropuerto de Milán - Malpensa. Casualmente en este vuelo volaba con dos clientes que irían en el circuito conmigo :)
Tengo que confesar que era la primera vez que realizaba un circuito organizado por una agencia por lo que tenía muchas ganas de ver como funcionaba y de empaparme por completo de la experiencia.
El vuelo en Iberia fue cómodo y tranquilo (Un alivio escapar un poco de Ryanair). Una vez aterrizado en Milán me encontré con Adela, la que sería la guía acompañante durante todo el circuito. Con ella había trabajado durante todo el año, pero por unas cosas u otras no había tenido la oportunidad de conocerla en persona todavía.
Así que allí estuvimos los dos esperando en el aeropuerto hasta que se reuniesen todos los clientes que faltaban por llegar. En esta ocasión serían solo 15 personas las que viajarían con nosotros... Sin embargo no tuvimos que esperar demasiado ya que la mitad de ellos se presentaban por su cuenta más tarde en el centro de Milán. A la salida del parking nos recibió Raffaele, el que sería nuestro conductor durante el circuito, un tío bastante simpático que se gana a la gente con facilidad.

El aeropuerto de Malpensa se encuentra un poco alejado de la ciudad de Milán, en total tardamos como 1 h y 15 minutos en llegar.
El autobús nos dejó aparcados en el centro, más concretamente en la zona del Castello Sforzesco, uno de los monumentos más emblemáticos, construido como fortaleza en 1368.
Desde allí partimos todos juntos hacia el Duomo (Catedral) para hacer una pequeña introducción y dejar unas horas de tiempo libre para comer y visitar.
Adela y yo aprovechamos la ocasión para ir a comer algo cerca del casco histórico (Un buen risotto a la milanesa) y luego subir a la azotea del Duomo.


La catedral de Milán no solo sorprende por su maravillosa fachada sino porque se trata de una de las catedrales católicas más grandes del mundo. Imposible no llegar y quedarse alucinando...
Para subir a la terraza hay que hacer una fila de bastante tiempo, sobre todo si quieres subir en ascensor. La espera merecerá la pena, si subís disfrutareis con las vistas que nos ofrece y con poder ver desde cerca sus figuras talladas y los pináculos que la decoran.

En un abrir y cerrar de ojos llegó la hora de regresar al punto de encuentro, donde terminamos de esperar a que llegase el resto de pasajeros. Mientras Adela esperaba al resto yo intenté echarle una amano y llevarme a los que ya estaban preparados al interior del autobús.
A eso de las 17:15 h estábamos todos recogidos en el autobús y de camino al Lago de Como. La parada en Milán había sido breve pero suficiente como para hacerse una idea de la ciudad. La verdad es que como más tarde confirmaría sería la que menos me gustaría de todas... Sigo pensando que no tiene mucho que ofrecer....

Nuestro grupo de pasajeros estaba formado la mitad por españoles y la otra mitad por argentinos. Había tres parejas, una familia de argentinos super agradables y dos grupos de amigas con las que hice buenas migas. En general todo el grupo se comportó muy bien y eran encantadores. Salvo un hombre argentino que se comportó de una manera muy maleducada e irrespetuosa con el que tuvimos problemas varias etapas del viaje.

De camino al Lago de Como Adela fue haciendo un breve resumen de lo que sería el viaje, de las etapas y dando algunos detalles históricos y artísticos. Era una verdadera delicia escucharla.
El trayecto a Como duró una hora aproximadamente. La región de los lagos conocida así por albergar grandes lagos como el Lago Maggiore, el Lago de Garda o este Lago de Como. Es sin duda una de las zonas más bonitas del norte de Italia. Al encontrarse a los pies de los Alpes se nota que es una zona más húmeda y fría que el resto de Italia. Pero a la vez llena de lujo y de grandes mansiones y casas de verano de famosos.

Nuestro hotel era el Hotel Como, un hotel pequeño pero bastante apañado y muy cerca del centro. Disfruté como un enano con los hoteles, no estoy acostumbrado a dormir en ellos y tenía que aprovechar ;)
Como cuando llegamos ya era de noche no nos dio el tiempo para mucho más que para dar una pequeña vuelta por el centro histórico. Con la suerte de que había una especie de mercadillo y pudimos tomar de aperitivo un pedazo de Focaccia con pesto. ¡Toda una delicia!
De vuelta al hotel ya paramos a cenar en una especia de taberna con un encanto y un ambiente especial en donde tomamos una Pizza Parmigiana con un vino y un chupito de Limoncello.
Como podréis ver durante todo el viaje la gastronomía de este país me conquisto de una manera brutal.

Este primer día de circuito llegaba a su fin.... Ahora tocaba disfrutar de la cama y dormir como hacía mucho que no dormía,

2º Día (Dom) - Lago de Como / Lago Maggiore

Adela tenía la costumbre de poner un despertador común a todas las habitaciones para asegurarse así de que no hubiese ningún rezagado de última hora y evitar sorpresas....
Nos amaneció un día bastante feo, lluvioso y frío. Bien temprano nos pusimos en marcha para comenzar con la visita guiada de la ciudad de Como con una guía local.
La visita duró 1 y 30 aprox. nos permitió conocer los puntos más importantes de esta pequeña ciudad amurallada. Sin ninguna duda lo más imponente de la ciudad es su catedral así como sus vistas a todo el lago.





El siguiente punto al que nos desplazaríamos seria Varenna, situada en uno de los brazos al este del lago. Un pequeño pueblo de pescadores situada en la misma orilla del lago. Allí nos separábamos de nuestro autobús ya que este continuaba en un ferry diferente que iba directo hasta el punto de encuentro. Mientras tanto en el pueblo tuvimos un rato de tiempo libre que aprovechamos para entrar en calor y tomar un rico café italiano :) Aprovecho para comentar que los cafés en Italia son una verdadera delicia: baratos y con un gran sabor.


Casi a la hora de comer tomamos un ferry que nos llevó hasta otro pueblo llamado Bellagio. Aunque el tiempo no nos acompañaba aquel día también tenía su encanto ver aquellos paisajes con esa bruma y ese encanto especial. En un día azul y soleado el lago debe ser espectacular.


Desde el ferry se podían ver multitud de pueblos y de villas que se extendían por todas las montañas a lo largo del lago.


A la llegada a Bellagio fuimos directamente al restaurante a comer a un restaurante céntrico donde nos cuidaron de maravilla y la comida estuvo genial. Comimos una ensalada caprese con pizza 4 estaciones y de postre panna cotta. Además el camarero nos invito a una copa de vino ;)

Tras un pequeño rato de tiempo libre tomamos el segundo y último ferry hacia el pueblo de Menaggio donde nos estaba esperando el autobús. Desde allí salimos directos hacia el otro lago que visitaríamos en este viaje, el Lago Maggiore.

Una vez allí fuimos directo hacia nuestro hotel, el Gran Hotel Dino. Un hotel extravagante, con una decoración suntuosa y un aire de elegancia que no tendrían el resto de hoteles del circuito. Nada más llegar me entregaron una carta a mi nombre y al abrirla ¡Menuda sorpresa me llevé! ;Solo ella podía ser tan bonita... ;)
Subí ansioso las escaleras hasta llegar a mi habitación,.. La cual tenía una cama tamaño extra matrimonial y con unas increíbles vistas al lago. ¡Lo que pude disfrutar esas dos noches en el hotel!
Y para poner la guinda al pastel nada más y nada menos que una cena magnifica en los salones del hotel. Con un menú compuesto de lasagna y un salmón con salsa de pimienta rosa espectacular.
Nada más terminar de cenar aproveché para dar una vuelta por los pasillos y perderme entre sus salas. Aún me sigo preguntando ¿Cómo harán para limpiar las enormes lámparas de araña que colgaban de sus techos?

Después de un día lluvioso y frío como el que nos había hecho nada mejor que dormir en esa cama en la que podía rodar y rodar y no llegar a caerme hahaha

3º Día (Lun) - Lago Maggiore

No hay nada mejor que abrir los ojos y encontrarte con estas vistas al lago.....


Además el día nos acompañaba con una temperatura más que agradable y soleado.
El día de hoy consistía en realizar una visita guiada por las islas de este Lago Maggiore. En las puertas del hotel nos estaba esperando la guía para llevarnos al embarcadero. Una vez allí, nos montamos en un barco privado que nos llevaría durante todo el día por las Islas Borromeas. Llamadas de esa manera por pertenecer a la familia Borromeo.

La primera parada fue en la Isla Madre, famosa por su jardín botánico, lleno de plantas exóticas y de faisanes.



A media mañana partimos hacia la pintoresca Isla de los Pescadores, la única pública de las tres. Tuvimos la posibilidad de tener un poco de tiempo libre para pasear por sus callejones y respirar un poco de ese ambiente pesquero que inundaba esta pequeña isla.




Y por último lugar visitamos la maravillosa Isla Bella, la cual alberga el Palacio Borromeo que data del siglo XVII. Antes de comenzar su visita fuimos a comer un menú muy de la zona: Ensalada de canónigos, truchas empanada y de postre un helado.
Con el estomago lleno nos dispusimos a realizar la visita del Palacio Borromeo y sus magníficos y espectaculares jardines.



La verdad es que fue una pasada poder disfrutar de esos jardines con el día soleado de otoño que nos hizo.



Finalmente regresamos al hotel sobre las 17:00 h así que se nos presentaba una tarde libre para hacer cosas interesantes por la zona. Yo me decidí por ir a visitar Stresa, un pequeño pueblo a tan solo 5 minutos en autobús de nuestro hotel. Aproveché que iban a ir unas mujeres de nuestro grupo para acompañarlas y poder disfrutar un poco de su compañía.
El paseo por este pequeño pueblo tuvo su encanto... Pudimos ver un poco más de la cultura del norte de Italia, más típica de los países centrales de Europa que de los mediterráneos, y sobre todo apreciar los lujosos hoteles de estilo victoriano que había por los alrededores.
Para volver lo hice solo porque me encontraba un poco cansado y ellas se querían quedar un poco más tiempo por allí.

Habiendo descansado un poco en la habitación bajé a cenar con Adela y Raffaele a un restaurante cercano donde nos pusieron: raviolis con nueces, ensalada caprese y de postre tiramisú ;) Para terminar y dormir bien nos invitaron a un chupito de Grappa (Un licor bastante fuerte de allí). Os podéis imaginar que dormí de un tirón.

4º Día (Mar) - Lago Maggiore / Turín / Génova

Amaneció de nuevo un día gris y feo pero cuando se va de viaje siempre hay que poner al mal tiempo buena cara. Bajé a desayunar con el grupo, quienes me invitaron a su mesa  (ya iba teniendo confianza y una relación más estrecha).
El madrugón había sido importante así que a las 08:00 h ya estábamos de camino hacia la ciudad de Turín. La capital de la región de Piamonte nos daba la bienvenida dos horas después con una lluvia que parecía que nos iba a arruinar un poco el día... Sin embargo nuestra guía local (cuabana) consiguió levantar el animo de todo el grupo y realizar una visita de película.


Antes de comenzar la visita nos metió en una cafetería para ir al baño y entrar un poco en calor. Allí nos recomendó un cafe con nutella llamado "Marocchino" que estaba espectacular. ¡Un paraiso para amantes del café como yo!
Durante la visita (bajo paraguas) pudimos ver los puntos más importantes de esta magnifica ciudad, en mi opinión, la gran desconocida de Italia. Quedé maravillado por sus calles, sus arcos y soportales, su urbanística tan bien trazada (muy al estilo francés) y por su gran clase. Llena de históricas cafeterías y restaurantes no aptos para todos los bolsillos. Además de ser cuna del vermút, lanzado por la mítica marca "Martini" y de la marca de coches Fiat.


Mencionar además que aquí en Turín se encuentra el Sudario de Turín, también conocido como la "Sábana santa", una tela de lino que muestra la imagen de un hombre con marcas y traumas de haber sido crucificado. Esta se encuentra en la capilla real de la Catedral de San Juan bautista.
Otro punto importante de la ciudad es el Museo Egipcio, uno de los museos más antiguos e importantes por su colección de antigüedades.

Una vez finalizada la visita fuimos a comer a un lugar que conocía la guía donde pudimos probar una pizza con mozarella buenísima.
Posiblemente este sería uno de los días más ajetreados del circuito, porque nada más terminar de comer nos fuimos hacia Génova, capital de la región de Liguria.

Nada más entrar en la ciudad la primera impresión que te daba era de caos y de un desorden propio de una ciudad portuaria. Como era de esperar aquí el tiempo estaba más soleado y agradable. El autobús nos dejó justo en la zona del puerto donde además se encuentra el acuario. Allí mismo nos estaba esperando la guía local para comenzar cuanto antes con la visita panorámica.
Antes de comenzar con la visita a pie nos subieron en autobús a una zona panorámica desde donde se podría apreciar un poco mejor la fisionomía de la ciudad y el verdadero caos que suponía conducir por ella. De hecho el mejor modo de hacerlo era en moto, por ello estaba invadida por estos vehículos de dos ruedas.



Desde allí arriba podíamos ver como muchas viviendas se habían adaptado a las colinas y había conseguido lograr abrir entradas por los tejados para así hacer más fácil su acceso.

Una vez abajo pudimos comprobar que realmente estaba formada por callejones y callejuelas impenetrables. De hecho la visita fue bastante interesante, sobre todo por la zona de los palacios (42 en total) los cuales han sido nombrados Patrimonio Mundial por la Unesco.


Además esta ciudad nos ha regalado dos joyas gastronómicas: la salsa pesto y las focaccia. Si no las habéis probado todavía os lo recomiendo.
Paseando por sus calles se hace notar más aun si cabe que en la antigüedad fue uno de los puntos más importantes del comercio en el Mar Mediterráneo. Toda la ciudad aún conserva algunos monumentos medievales como puede ser el sorprendente castillo que se aparece ante nosotros en el casco histórico.


La visita terminó cuando ya estaba anocheciendo y la visibilidad empezaba a caer...Por suerte nuestro hotel estaba cerca del centro, esta vez se trataba de un hotel de la cadena "Holiday Inn".
Sin embargo el día se torció un poco cuando el padre de la familia argentina que viajaba con nosotros enfermó :S Tuvimos que llamar a un médico para que viniese a la habitación para ver como evolucionaba. Finalmente la cosa pareció que fue a mejor y solo fue una subida de tensión.
Por todo lo demás genial, la cena transcurrió tranquila y con un menú bastante bueno: Lasagna de Pesto y carne con verduras al limón.

5º Día (Mié) - Génova / Rapallo / Portofino / Santa Margarita Ligure / Pisa / Florencia

Al despertar no me podría imaginar que sería el día más caluroso del circuito, y menos aun con lo temprano que era y el sueño que tenía hahaha

El punto de destino era la localidad de Rapallo en la costa de Liguria, a tan solo 30 km de Génova. Un pueblo costero bastante desierto ahora en estación otoñal, fuera de la alta temporada de verano.
Toda la zona esta repleta de cerros ajardinados con viejas villa de colores, que asomando entre pinares y palmas, rodean la encerrada bahía.


A lo largo de su playa corre un paseo bordeado por hoteles anticuados o extravagantes, y en una de las puntas del puerto un castillo genovés se alza con un aire misterioso. A las 10:00 h partí nuestra barco público hacia los otros puntos que visitaríamos en esta costa Liguria.
Durante el trayecto que duró al menos unos treinta minutos pudimos ir viendo como las colinas de toda la zona se veían invadidas por esas imponentes villas entrelazándose con la típica vegetación mediterránea.


Como podéis ver en las fotos, el día acompañaba de una manera espectacular, hubo momentos en los que me pude poner hasta en manga corta :) Un día así se disfruta de una manera especial.


Al rato llegamos a Portofino, una de las joyas de esta riviera del levante italiano. Precisamente este pueblo goza de ser conocido por su gran lujo y por ser visita por gran cantidad de personalidades famosas a lo largo de todo el año. De hecho muchos de ellos tienen una casa por la zona. Esto hace que sea un lugar, para mi gusto, demasiado turístico y masificado. Además de que los precios están muy por encima de la economía de mi bolsillo,
Todo eso no quita que el pueblo aunque pequeño, sea digno de visitarlo y de disfrutar de unas horas de tiempo libre por sus callejuelas.


Lo que hicimos Adela y yo fue ir a dar un paseo por la zona de la iglesia para luego continuar subiendo hacia la zona más alta. Desde allí se podía tener una magnifica panorámica del mar y de las coloridas casas de este pueblo tan llamativo.


Una vez abajo y con todo el grupo reunido nos dispusimos a tomar el siguiente ferry para ir a nuestro siguiente punto de parada: Santa Margherita Ligure.


Para mi gusto, el pueblo costero más bonito que visitamos en aquel día. Aunque no pudimos disfrutar de mucho tiempo por allí, si que se nos permitió hacernos una idea del lujo que rodea toda la localidad y de imaginarnos todo el bullicio que debe haber en verano...


Muy cerca del centro encontramos una focacceria donde nos comimos una increíble focaccia de gorgonzola y una ensalada. ¡Cada vez me sorprendía más y más la gastronomía italiana!
A eso de las 14:00 h tuvimos que volver al embarcadero para reunir al grupo y embarcar de nuevo en el ferry hacia Rapallo donde estaría esperando el bus.


Ahora nos íbamos nada más y nada menos que a la Toscana, concretamente a la ciudad de Pisa.
Una vez llegamos allí tomamos una navetta que nos llevaba directamente a la zona monumental de Pisa. Allí entramos por la puerta de la muralla que rodea todo el recinto monumental para poder vislumbra a lo lejos la famosa torre inclinada.


A golpe de vista mi primera impresión, curiosamente, fue pensar que estaba más inclinada de lo que me había imaginado. Según avanzamos fui notando la gran masificación que sufre este lugar y como la gente sigue teniendo la poca originalidad de seguir haciendose una y otra vez la tipíca foto de sujetar/aporyarte en la torre.


Además de la torre inclinada, en el aréa amurallada de esta Piazza dei Miracoli encontramos también el Baptisterio, el Campo Santo y el Duomo. Todo ello forman una de las joyas del arte románico mejor conservadas de toda Italia.
En el tiempo libre que nos dieron pude aprovechar para quedarme fascinado por su arquitectura y la gran cantidad de detalles, que adornaban hasta el milímetro la fachada del Baptisterio. Además de poder tumbarme un rato al sol en la zona verde que han habilitado para ello.


Y antes de irnos tuve que hacer algo que me dolió mucho... ¡Pagar por ir al baño!. Siempre lo intento evitar pero esta vez las ganas pudieron conmigo...
Para terminar nuestra intensa jornada continuamos el trayecto hacia la ciudad de Florencia, capital de la Toscana, donde pasaríamos las tres siguientes noches.
Nuestro hotel estaba emplazado en un antiguo convento rehabilitado, por lo tanto las habitaciones eran espaciosas y con una decoración un poco austera. Su nombre era Villa Gabriele D´Annunzio

La cena en el hotel fue la mas floja de todo el circuito pero a pesar de eso no me puedo quejar.. Nos pusieron una sopa acompañada con pescado y de postre una Panna Cotta.
Coincidiendo con que era 12 de Octubre una mujer del grupo que se llamaba Pilar nos invitó a todo el grupo a unos chupitos de Limoncello. Pasamos un rato agradable de charlas y risas. Tengo que admitir que el grupo era un encanto y la gente muy amable e interesante,

De vuelta a la habitación y antes de irme a dormir descubrí que desde recepción me habían dejado en la mesa un sobre... ¿Quién me había dejado esa nota y qué contenía? ¡Os quedareis con las ganas de saberlo!

6º Día (Jue) - Florencia

Despertarse aquel jueves se hizo un mundo.... Toda la noche había caído sobre la ciudad una tormenta y aun a esas horas seguía lloviendo...
El día estaría dedicado exclusivamente a la visita de la ciudad de Florencia. Para comenzar empezamos por desplazarnos en autobús hasta el punto de recogida de la guía local para poder iniciar así la visita guiada subiendo hacia Piazzale Michelangelo. Esta gran plaza se trata del punto de observación más famoso de toda la ciudad.


Desde allí arriba podíamos observar, entre otros, tres de los monumentos más destacados: La catedral de Santa María del Fiore, el Palazzo Vecchio y el Ponte Vecchio.
A continuación bajamos hacia la zona centro para comenzar lo que sería la visita guiada a pie. Con paraguas en mano recorrimos esta increíble ciudad, cuna del Renacimiento.El corazón de la ciudad es la Plaza del Duomo, donde nos encontramos con el conjunto monumental de la Catedral de Santa Maria con la alucinante cúpula de Brunelleschi, el Baptisterio de San Juan y el Campanario de Giotto. En general la ciudad está invadida por turistas, pero más concretamente este punto resulta ser agobiante...


Otro de los puntos claves por el que pasamos fue la Plaza de la Señoría, famosa por albergar el Palazzo Vecchio, delante del cual se sitúan una serie de esculturas entre las que se encuentra la copia del famosos David de Miguel Ángel.


Al lado de esta encontramos la majestuoso Galeria de los Uffizi, uno de los museos más importantes del mundo, que cuenta con obras de Botticelli, Miguel Ángel, Leonardo da Vinci y muchos otros artistas.
Para terminar la visita haríamos una parada justamente delante del famoso Ponte Vecchio. Símbolo de la ciudad y uno de los puentes más fotografiados del mundo. Una de las curiosidades que nos contó la guía sobre este fue que durante la Segunda Guerra Mundial, a diferencia de otros puentes de Florencia el Ponte Vecchio no fue destruido por los alemanes. Y se dice que  esto se debió a una orden expresa de Hitler..


Después de la visita tuvimos un rato de tiempo el libre, el cual aprovechamos Adela y yo para ir a tomar un vino y una tapa a un sitio que conocía ella. En este pequeño bar situado en una de las callejuelas en pleno centro pude probar una tapa de trufa (tartufo en italiano). Al parecer era un producto típico de la Toscana y muy consumido por los florentinos.
La comida la teníamos en uno de los lateral de la Plaza de la Señoría. Un restaurante muy común para grupos en donde nos pusieron una crema, carne y un pastel de postre.
Una vez comidos el resto de la tarde estaba programa como tiempo libre para visitar la ciudad.
Aprovechando además que había parado de llover era un buen momento para visitarla en profundidad.


Nosotros fuimos a un lugar que recomendaba Adela de visitar: el Mercado de San Lorenzo. Un mercado muy al estilo de los que tenemos en Madrid, invadido por los olores de la trufa, el parmesano, y demás productos regionales. Aproveché la ocasión para comprar algunos recuerdos y detalles para llevar a España :)
Aunque era temprano decidimos volver al hotel en vistas de que se avecinaba tormenta :S
De vuelta pasamos por la Galería de la Academia, la cual alberga el famoso David de Miguel Ángel.


Antes lo digo y antes ocurre, porque cuando estábamos esperando al autobús empezó a diluviar de una manera escandalosa..
Mojados y con frío llegamos al hotel a eso de las 17:30 h. Era hora de descansar y de recuperar fuerzas para el día siguiente.
Me habría podido disfrutar un poco más de esta ciudad de Florencia. Creo que tiene muchisimo que ofrecer y debe ser una visita obligada si alguna vez vais a Italia.
Una ciudad, que ha mantenido inalterado el propio encanto y esplendor del pasado.Una ciudad llena de encanto que no acaba nunca de maravillar, con sus obras maestras de arte, los mármoles coloridos de sus iglesias y sus obras arquitectónicas que evocan el papel desempeñado por la ciudad  en el desarrollo de la cultura y del arte renacentista.

Para cenar bajamos a uno de los únicos restaurantes que estaban abiertos por los alrededores del hotel. Allí aproveché para comer un increible risotto con tartufo y de postre un tiramisú ;)
A la hora de irnos a dormir volvió a caer la tormenta del siglo, lo único bueno era que reconfortaba estar tumbado y escuchar la lluvia fuera golpeando la ventana...

7º Día (Vie) - Florencia / Siena / Región del Chianti / San Gimignano / Florencia

¡Y al fin llegaba uno de mis días favoritos del itinerario! En esta ocasión visitaríamos algunas puntos clave de la región de la Toscana, como serían Siena y San Giminiano, pasando por almorzar en una de las bodegas de la zona vinícola del Valle del Chianti.

En apenas dos horas de trayecto llegamos a la ciudad de Siena. Una de las ciudades medievales más bonitas e importantes de la Toscana, considerada Patrimonio Mundial por la Unesco. Antes de entrar en lo que es el casco histórico nos reunimos con nuestra guía local, una mexicana encantadora.


Recorrer esta ciudad fue toda una delicia, en gran medida gracias a que es en su mayor parte peatonal. Como indicaba anteriormente se trata de una ciudad medieval muy bien conservada y con un encanto especial. Emplazada en una colina, hace que sus calles sean estrechas y empinadas, con subidas y bajadas constantes.
Era curioso conocer la historia del Palio, una carrera de caballos que se celebra todos los años en dos ocasiones (julio y agosto) en la céntrica Plaza del Campo enfrentando a los diferentes distritos de la ciudad. Una festividad de origen medieval y que reúne cada año a miles de espectadores. Cada distrito tiene una bandera que expone por las calles después de ganar, y curiosamente cuando fui yo el mismo distrito había ganado las dos competiciones de ese año.


Aquí os dejo el tráiler de la película titulada "Palio" en donde podéis ver una pequeña muestra de lo que representa esta competición para la ciudad.


Si pasan por algunas de las pastelerías de la ciudad, no pierdan la oportunidad de probar un “Panforte”, un dulce típico de Siena, realizado con miel, almendras y frutas secas.


Siguiendo la visita llegamos a la catedral, una joya arquitectónica muy distinta a lo que veníamos viendo durante todo el circuito. Con una fachada al más estilo gótico italiano, decorada con esas bandas color blanco y verde oscuro (casi negro) en referencia a los colores de la ciudad. Todos juntos entramos al interior de la misma en donde pudimos enamorarnos aún más de este templo ya que todas las columnas y paredes siguen el patrón de las franjas en blanco y negro que provienen del exterior y del campanario, haciendo un efecto increíble... Pero mejor que la veáis vosotros mismos para poder opinar sobre ella.


A la salida de la catedral llegó la hora de disfrutar un rato de tiempo libre, apenas una media hora, para ir al baño, tomar un café o callejear un poco por las calles medievales de esta pequeña pero maravillosa ciudad.
Yo personalmente, me dediqué a dar una breve vuelta por la Plaza del Campo, el mayor punto de aglutinación de los turistas... Allí aproveché la ocasión para comprar algunos recuerdos y tomar un rico expreso :)


Después de reunir al grupo y bajar al parking de nuevo, partimos hacia la zona del valle del Chianti. Conocida por ser una reconocida región vinícola dentro de la Toscana. El trayecto fue toda una delicia, ya que el día había despejado y se podía disfrutar de los paisajes que nos ofrecía este lugar mágico. Era como estar dentro de la película "Bajo el sol de la Toscana" ,)
El lugar donde comeríamos no sería nada más y nada menos que un castillo, el Castello di Meleto. El cual, eregido junto a una colina, aparece ante nosotros en plena campiña del Chianti bordeado por un camino de cipreses que te indican el camino.


En el Castello nos recibieron unas chicas encantadoras que nos condujeron hasta el interior de una bodega con un estilo tradicional pero con pequeños rasgos vanguardistas.
La comida acompañada con una pequeña degustación de tres vinos de cosecha propia resultó ser de lo más abundante. Todo el grupo parecía más que satisfecho con la comida salvo un argentino que se puso a faltar el respeto a una de las chicas que servían el vino... No era la primera vez que daba guerra, ya lo había hecho otros días del circuito... pero mejor no voy a axplayarme demasiado.


Nada más terminar la comida nos condujeron por el interior de las bodegas para realizar una visita guiada de estas y del resto del castillo. ¡Un castillo que tiene sus orígenes en el siglo XI! Su interior, además de servir como hotel y restaurarte, era de lo más acogedor. Sin embargo, lo más asombroso de todo eran sus exteriores, con un jardín que daba de lleno a las campiñas de este valle del Chianti.



¡Unas verdaderas vistas de película!

Antes de irnos me llevé la gran sorpresa de que las chicas me regalaron un vino :)
Con el tiempo justo íbamos de camino a San Gimignano cuando el cielo empezó a oscurecer poco a poco...y en cuestión de unos minutos nos encontrábamos parados en un lado de la carretera para ver si la lluvia nos dejaba continuar nuestro camino, o nos veríamos obligado a dar la vuelta. Finalmente la solución fue someterlo a votación, en la cual salió elegido continuar nuestro recorrido como teníamos previsto.

San Gimignano se nos presentaba con un día muy oscuro y frió, pero que a su vez le daba un encanto especial a la ciudad. Una ciudad medieval amurallada, la cual se sitúa en una colina típica toscana, nombrada en su conjunto como Patrimonio Mundial por la Unesco. Lo que la hace más interesante aún son sus 14 torres medievales que asoman por el horizonte desde largas distancias.

Sin embargo, al bajar del autobús tuvimos un altercado con el mismo argentino que venía dando problemas durante todo el viaje. Todo ocurrió muy rápido cuando este hombre fue al baño y alegando que la mujer encargada de controlar el paso le había tratado mal se puso a chillar... En lo que Adela fue a tranquilizar los ánimos y se encaró con ella, acudimos un hombre del grupo y yo... En resumen, tuvimos que separar al argentino y al otro hombre porque poco más y la discusión acaba en pelea...
El argentino amenazó con llamar a la policía, y empeñado en que el se quedaba abajo, decidió no venir hacia el centro de la ciudad con el resto del grupo.


Una vez en el centro pudimos pasear lo que son diez minutos de reloj por sus calles, porque la lluvia nos había engañado, y lo que parecía una tregua solo había sido un pequeño descanso para caer con más fuerza. Mientras Adela esperaba al resto del grupo, yo me bajé con la otra mitad hacia el autobús. Os puedo decir sin exagerar, que caían verdaderas riadas por las calles....
Con todo el grupo en el autobús el argentino parecía más calmado, aunque el ambiente se quedaría enrarecido para el resto del viaje.


De camino a Florencia Adela nos fue deleitando con un poco de música a base de clásicos italianos. Siempre se ha dicho que la música amansa a las fieras ;)


Ya de nuevo en el hotel nada mejor que tomar una cerveza "Moretti" antes de ponernos a redactar el informe de lo ocurrido para que constase en la empresa ante posibles reclamaciones. El resto de la tarde y la cena transcurrió sin ningún problema.

8º Día (Sáb) - Florencia / Venecia

A las seis y media de la mañana sonaba el despertador.. Era hora de ponerse en pie para disfrutar del último día de circuito en sí. Partíamos hacia la ciudad de los canales: ¡Venecia!
A media mañana llegamos al Tronchetto, una isla artificial de la Laguna de Venecia, donde llegan todos los autobuses llenos de turistas. Desde allí nos dirigimos hacia el embarcadero, donde se toman los Vaporettos (los autobuses de Venecia), o en nuestro caso, un barco privado que nos estaba esperando para partir hacia la Plaza de San Marcos.

Así fue como entramos a Venecia: "el lugar donde las calles son de agua, los leones vuelan y las palomas caminan".



Venecia, la capital de la región del Véneto, una ciudad construida sobre una laguna, formada por 118 pequeñas islas unidas entre sí. Este laberinto de canales donde se suceden sin tregua palazzos, iglesias y plazas es de una monumentalidad que sobrecoge. No hay nada comparable a la Serenissima, la ciudad-estado que los mercaderes de los días de la República engalanaron hasta lo inimaginable haciendo alarde de poderío. Sin lugar a dudas una ciudad de ensueño.


Al desembarcar, la primera impresión que me llevé fue la de una ciudad de aspecto decadente pero con un interior mágico. Pude comprobar de primera mano que las palomas son las autenticas dueñas de la ciudad, tan acostumbradas a los turistas que incluso se posan sobre ellos.


De camino a la Plaza de San marcos pasamos por uno de los puentes más famosos de la ciudad: el Puente de los Suspiros. Este une los calabazos del Palacio Ducal con la antigua prisión de la Inquisición, y debe su nombre a los suspiros de los prisioneros que, desde aquí, veían por última vez el cielo y el mar...

Después de los días de lluvia que habíamos sufrido días atrás, no era de extrañar que la ciudad estuviese sufriendo el fenómeno conocido como Acqua alta. Esto provoca la inundación de las zonas más bajas de la ciudad de Venecia, sobre todo de la Plaza de San Marcos.


La municipalidad de Venecia ha implementado una serie de acciones para garantizar que las actividades de la ciudad continúen a pesar de la inundación. Por ejemplo, se colocan pasarelas elevadas para la circulación de los peatones durante las inundaciones más severas (e incluso los puestos callejeros se llenan de vendedores ambulantes de botas de goma). Sin embargo, algunas casas y negocios deben ser evacuados.
Lamentablemente este suceso ocurre más a menudo año tras año debido al calentamiento global, y a la falta de iniciativa del Gobierno para buscar una solución eficaz.

La Plaza de San Marcos, el punto con más afluencia de toda la ciudad, al que Napoleón apodaría como "el salón más bello de Europa". La plaza está dominada por la Basílica, el Palacio Ducal y el Camapanario. Aunque no hay que olvidar la Columna del león alado que se alza a la entrada de la misma, símbolo de la ciudad.

Debido al Acqua alta no pudimos avanzar por la Plaza de San Marcos, por lo que tuvimos que desviarnos por las callejuelas exteriores. Acompañamos a parte del grupo a que realizase un paseo en góndola. Por si a alguien le interesa, en cada góndola pueden montarse seis personas, por un precio total de 80 euros. Todo un clásico.


Ahora nos tocaba de disfrutar de la ciudad a Adela y a mi. Haciéndonos paso entre los turistas, conseguimos colarnos hacia el corazón de los canales. pasando por lugares tan emblemáticos como el Puente de Rialto. El más antiguo de los cuatro puentes que cruzan el Gran Canal de Venecia. Como su nombre indica, el mayor canal de la ciudad, el cual divide la ciudad en dos.

De hecho, por toda la ciudad nos encontramos constantemente con señalizaciones que nos indican el camino de regreso a los dos puntos más importantes de la ciudad: Rialto y San Marcos. Un lugar en el que los mapas resultan inútiles y donde orientarse se convierte en una misión imposible...en ello reside parte de su encanto ;)


Repleta de tiendas de recuerdos encontramos que hay productos de artesanía que destacan sobre los demás: el vidrio y las máscaras. Los maestros vidrieros venecianos eran especialmente reconocidos gracias a su gran técnica y acabado. La Isla de Murano a tan solo un kilómetro de Venecia es el gran ejemplo de ello, famosa por su artesanía.
Por otra parte, las máscaras de Venecia son sinónimo de misterio, belleza y seducción. Deben su popularidad al famoso Carnaval de Venecia, el cual se celebra todos los años en el mes de Febrero. Históricamente la nobleza las utilizaba para disfrazarse y salir a mezclarse con el pueblo.


Para tomar fuerzas, hicimos una breve parada en un pequeño bar donde tomamos un vino blanco acompañado con un pan y aceite de oliva para morirse.
Gracias a que Adela había estado varias veces en la ciudad, y se podía orientar un poco entre todos esos canales y calles sin salida, consiguió llevarme hasta uno de sus rincones favoritos. Un patio con un pequeño jardín que hacía de entrada a lo que parecía un antiguo palacio. El lugar era realmente maravilloso, parecía como si el tiempo te absorbiese...


El hambre comenzaba a apretar así que decidimos ir a comer a uno de los restaurantes en donde solemos llevar a nuestros grupos que pasan por Venecia. Un lugar llamado la Taverna Dei Dogi. De camino allí caí en un detalle muy curioso, la numeración de las calles y demás elementos de la toponimia local en la ciudad de Venecia ,responde a un peculiarísimo sistema...  Nos encontramos diversos nombres que dan significado a diferentes realidades de su trazado. Como por ejemplo: calli, fondamente, rio terra, campo, salizada, sotoportego, ramo, corte, cortile, piazza, ramo, etc.

Por ejemplo, el significado de Ramo: una calle sin salida ,que desemboca necesariamente en un canal.Se debe volver hacia atrás…


En la Taverna Dei Dogi nos atendieron super bien e incluso nos invitaron a la comida porque conocían a Adela de hace tiempo y tenían buena relación :) Además el menú a base de espaguetis negros y una fritura de pescado estaba increible. Para poner el broche final nada mejor que un buen tiramisú casero jejeje

Antes de regresar al embarcadero donde nos reuniríamos con el grupo, aprovechamos para seguir perdiéndonos entre los canales... Es una verdadera pasada pensar en como sería esta ciudad en todo su esplendor. Aunque si es cierto que se dice que era una ciudad peligrosa, en donde por la noche se producían numerosos asaltos, como cabe de esperar sufría problemas de humedades, y en donde el olor a agua estancada se hacía en ocasiones inaguantable... De hecho fue una de las ciudades más afectadas de Europa por la peste negra.
La peste fue una enfermedad que se extendió por toda Europa en la Edad Media. Concretamente, Venecia fue uno de los focos principales de la infección y, para combatirla, los médicos idearon una indumentaria de lo más siniestra. Desde entonces, la máscara en forma de ave es un clásico del carnaval veneciano. Una curiosidad es que una ley suntuaria de Venecia dispuso que las góndolas estuviesen pintadas de negro, simbolizando el luto, producto de la peste que azotó a la ciudad de Venecia en el año 1562.

A eso de las 17:30 h estábamos de vuelta en el embarcadero para tomar el barco de vuelta al Tronchetto. Era curioso ver la diferencia de la marea, ya que a esa hora estaba muchísimo más baja que cuando llegamos.


Antes de partir me impactó mucho ver como cruzaban por allí esas monstruosidades de cruceros que se comían la ciudad... Creo que deberían controlar en mayor medida el paso de estos barcos y el impacto que causan en la Laguna de Venecia. Por mucho dinero que traigan a la ciudad....es una lastima que rompan la armonía de esa manera.

Mientras volvíamos fuimos testigos de uno de las atardeceres más bonitos que he visto en toda mi vida. Dejando atrás lo que ha sido una de las ciudades de Europa que más me ha enamorado.
Para finalizar el día regresamos al autobús para desplazarnos hacia la zona residencial de Marghera, en donde se encontraba nuestro hotel: el Holiday Inn Marghera.
Allí teníamos la cena, en la cual nos llevaron a mi a Adela y a Rafa a la zona buffet donde pudimos comer un poco de todo. Después de la cena la gente del grupo fue entregandonos las encuestas de satisfacción y Adela se puso a repasar con ellos los traslados de salida para el día siguiente. Había gente que se marchaba desde el aeropuerto de Venecia, otros que bajaban a Roma con Adela para continuar con una extensión del itinerario y luego estaba yo... Que me iba en un tren hacia Turín para tomar el vuelo desde allí.

Así es como llegó la hora de despedirse del grupo. La mayoría fueron encantadores conmigo y para mí fue un verdadero placer poder realizar el circuito con ellos. De verdad que lo hicieron todo más cómodo y agradable. Y en cuanto a Adela, solamente decir que se portó maravillosamente bien conmigo. Le agradezco todo lo que me enseñó sobre como llevar un grupo y lo complicado que puede llegar a ser manejar un circuito desde dentro.

9º Día (Dom) - Venecia / Fin de viaje

Me desperté sabiendo que iba a ser un día largo y duro, así que bajé a desayunar para tomar fuerzas y planificar mi ruta hacia la estación de tren. Desde Marghera hasta Mestre, en donde se encontraba la estación, había como unos 25 minutos andando. El problema era que había que callejear bastante y me podía perder.

Para no arriesgarme intenté salir con bastante tiempo de antelación. El resultado fue que llegué como cuarenta y cinco minutos antes de lo debido hahaha El tren salió a las 09:20 con destino a Turín.
Se trataba de un tren de la compañía Trenitalia, la compañía bandera del país. Me sorprendió positivamente el interior de los vagones.... disponían de unos asientos muy cómodos que incluso eran reclinables :)

La mayor parte del trayecto me la pasé durmiendo.... Excepto a partir de Milán, en donde se bajaron el 90% de los pasajeros. Entonces me dediqué a observar el paisaje de los Alpes italianos, los cuales se distinguían a lo lejos antes de entrar a la ciudad de Turín.
A las 12:40 h estaba bajando en Porta Nuova, la estación más central de la ciudad. Al contrario que en la otra ocasión, esta vez pude disfrutar de un día soleado y agradable.
Antes de nada, lo primero que hice fue comprar el billete del autobús que me llevaría al aeropuerto por la tarde (el cual, curiosamente, se compraba en una cafetería cerca de la estación)


Aproveché las pocas horas que tenía para disfrutar de esta magnifica ciudad. Recorrí todo el casco histórico de arriba abajo, perdiéndome por sus calles y quedándome maravillado por el gran trazado de su urbanismo. En la siguiente foto os muestro como la arquitectura de sus edificios nos recuerda mucho a una ciudad francesa más que italiana.


Después de hacer una breve parada para comer un rico risotto, me fui a echar un vistazo al histórico Café Mulafsano, el lugar en donde llevamos a tomar Vermut a nuestros clientes. Un lugar interesante y muy recomendable, aunque no apto para mi bolsillo.


Mi tiempo en Turín estaba llegando a su fin, por lo que me fui a la parada de autobús con tiempo suficiente. Llegué al aeropuerto a eso de las 16:20 h. Un bonito paisaje de los Alpes nevados lo ensalzaba. Después de hacer la facturación y de dar una pequeña vuelta por los alrededores del la puerta de embarque, caí en la cuenta de que había perdido mi tarjeta de embarque .S
Así que salí a toda prisa para que me la volvieses a emitir y así poder tomar mi vuelo de vuelta a Madrid a las 18:45 h como estaba previsto.


Volaba con la compañía Blue Aire por primera vez, y he de decir que no estoy muy satisfecho con ella... asientos pequeños, mala atención, espacio reducido, etc. Pero cuando uno quiere viajar barato sabe que renuncia a ciertas comodidades....

Hasta aquí llega mi viaje por Italia, una país maravilloso, con gente encantadora y muy cercana, con infinidad de lugares por descubrir y sobre todo con una gastronomía fabulosa.
Era la primera vez que realizaba un circuito desde dentro, aprendiendo como se lleva un grupo y viendo de primera la mano la cantidad de problemas a los que se tiene que enfrentar un guía....
Doy gracias abiertamente a Proyecto Europa por dame la oportunidad de vivirlo ;)
Estoy seguro de que volveré a Italia, me quedé con ganas de seguir descubriendo y de ver más en profundidad sus ciudades. Pero sobre todo me entraron unas ganas inmensas de aprender el idioma.

VIVA L´ITALIA

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