Una vez llegué al punto de encuentro me puse a leer un periódico latino gratuito que agarré de una máquina expendedora, lo que confirma la gran población latina que hay en la ciudad al igual que había disponible otro en chino. Haciendo tiempo llegó puntual el autocar, subí a mi lugar asignado en ventana con muchas ganas de llegar a San Francisco, una de las ciudades con las que siempre había soñados visitar.
El camino duró unas ocho horas, las cuales me permitieron ver el cambio de un paisaje montañoso a uno más oceánico. Hubo un tramo que la niebla no dejaba ver nada, algo típico de esta zona. Ya casi llegando sonó mi teléfono, a mi sorpresa se trataba del aeropuerto de Los Ángeles que me llamaban para preguntarme la dirección a la que podían enviar mi maleta, con los que les dí el nombre del hostal porque la dirección no me la sabía.
Con este subidón llegué a San Francisco algo tarde porque serían las ocho de la noche o así, una ciudad que a priori me parecía bastante más pequeña que Los Ángeles y llena de homeless o vagabundos. El autobús me dejó en una de las calles principales llamada "Powell street" desde donde me era fácil localizar la calle de mi hostal, además de que esta vez traía una mejor preparación con mapa incluido.Mi hostal estaba en pleno centro con una situación de diez y no me costó nada encontrarlo. Nada más entrar le pregunté al chico de recepción que si le habían llamado del aeropuerto para decirle que al día siguiente me iban a enviar la maleta, pero él mismo se me adelantó y me dijo que si yo era el chico que había perdido una maleta ;) El precio de la habitación era 20 dólares la noche con desayuno incluido.
Cociné un poco de arroz con frijoles que tenía en la maleta y enseguida me fui a dormir para poder aprovechar el día y medio que tenía en esta magnífica ciudad.
Amaneció un día soleado perfecto para ir al Golden Gate, algo de lo que tenía mucho miedo porque ya me habían dicho que la mitad de los días la ciudad está bajo niebla y no se puede ver bien. Me puedo considerar un suertudo entonces ;)
Lo primero que hice después de desayunar unos ricos pancakes fue ir hacia "Powell station" para tomar uno de los famosos tranvías (cable car) que en 1964 fue nombrado Patrimonio de la Humanidad. Un verdadero símbolo en la ciudad. De camino a la estación fui oservando todo lo que se considera el centro financiero y como se mezclaba ese estilo victoriano tan peculiar con los edificios y rascacielos modernos.
Una ciudad llena de encanto en la que podría estar paseando día tras día y nunca me cansaría si no fuera por todas las cuestas y subidas que hay... Tenía pensado ir hacia el embarcadero, visitar los muelles y toda esa zona para después ir a visitar Alcatraz y seguidamente irme al Golden Gate. El precio de un ticket sencillo para el cable car fue de 5 dólares. Desde el momento que me monté hasta que me bajé fue toda una experiencia porque me dejaron subirme en un lateral agarrado a la barandilla.
Después de cuesta arriba cuesta abajo llegamos al lugar desde donde se podía divisar el pintoresco puente rojo y la isla de Alcatraz. Una de las vistas que tengo grabada y espero que siga así mucho tiempo más.
El final del recorrido en esta línea de cable car estaba en el embarcadero donde decían que residía una gran parte de la esencia que hacía de San Francisco una ciudad única. Recorriendo los muelles de la bahía podías ver la vida de los pescadores, los famosos restaurantes de cangrejos y hasta un museo naval con un submarino y un acorazado de la II Guerra Mundial.
Pero donde se concentraban todos los restaurantes y donde podíamos ver a los osos marinos (más bien oír porque se les escuchaba desde varios metros de distancia) era en el "Pier 39".
Muy cerca de allí también se encontraba el muelle desde donde partían los barcos hacia Alcatraz así que me acerqué a comprar mi boleto pero resultó que justo para ese día estaban agotados.. Menos mal que podía ir al día siguiente madrugando.
Decidí ir un rato a ver a los osos marinos tomar el sol y dar una vuelta por la zona. Resultó que no había tantos osos marinos como parecía por el ruido que hacían y es que por lo visto cuando más se concentran es en verano. Aprovecho para decir que el clima aquí era muy parecido al de Los Ángeles pero con la diferencia de que corría un viento fresco bastante agradable.
Cuando me asomé a la bahía y vi que para ir al Golden Gate había una distancia considerable me decanté rápidamente por la bici para llegar hasta allí. Aunque luego me dí cuenta de que si me hubiese ido andando me habría ahorrado la clavada que me dieron, pero en ese momento solo pensé que si me iba andando perdería todo el día para visitar otras cosas. Contraté una bici en uno de los muchos que puestos que había para ello.
El paseo en bici fue genial un poco/demasiado cansado pero es lo que tiene estar en baja forma hahaha. Pasé por un parque enorme donde podías ver ese ambiente familiar americano que vemos en las películas y gente paseando a sus perros. Más tarde hice una parada en una explanada desde donde se podía ver perfecto el puente en su totalidad.
Siguiendo más adelante llegué a una especie de mirador desde donde podíamos ver toda la bahía y una vista casi plena de la ciudad.
Ya la última parada que quedaba antes de cruzar el puente era el mirador de la zona de residencia de los militares retirados y el principal de todos pero no el más famoso que se encuentra al otro lado a lo alto de la colina. Estaba reventado de todo el recorrido que llevaba ya hecho con la bici.
Al fin estaba a los pies de este "Gigante de acero", un puente inmenso de unos 227 metros de altura y con una longitud de 2 km que se harían notar pero bien a la hora de cruzarlo. Hice justo un vídeo del comienzo.
Se podía notar mucho la vibración de los coches al pasar y el viento que corría era una pasada de lo fuerte que se sentía.
Algo que me llamo muchísimo la atención eran los llamados "Teléfonos de la esperanza" colocados alrededor de todo el puente debido al número alarmante de suicidios que se han sucedido aquí desde su inauguración en 1937 (Se calcula que han perdido la vida alrededor de 1.600 personas). Estos teléfonos al menos te dan la oportunidad de lo que te lo pienses dos veces antes de lanzarte.
Ir con la bici se hizo un poco difícil por lo estrecho que era el paso compartido por peatones, bicis y runners. La única opción que quedaba era bajar un poco la velocidad y disfrutar de las vistas que nos ofrecía el puente de toda la bahía en un día tan despejado como el que hacía.
Una vez que llegas al final te encuentras con un restaurante convertido a su vez en mirador y una carretera que continua hasta el pueblo de Sausalito donde se dirigían la mayoría de los ciclistas. Me habían hablado muy bien de ese pueblo pero estaba demasiado lejos y además se me iba a encarecer el precio de la bici porque eso iba por horas.
Antes de volver hacia la ciudad quería subir al mirador que sale en todas las fotos para descansar un rato y comer el bocadillo de crema de cacahuete que me había hecho pero por mucha vuelta que me daba no encontraba la manera de subir, y es que por lo visto solo se puede subir en coche o desde otra dirección.
La vuelta fue mucho más rápida solo haciendo una parada corta para descansar un poco porque el sol apretaba bastante ya que se acercaban las dos de la tarde. Llegué al puesto de las bicis y sin darme cuenta me cobraron un precio superior al que ponía que costaba alquilar la bici por un día entero cuando yo solamente había estado 3 horas. En total me salió la broma de la bici por ni más ni menos que 33 dólares :S
Además del cabreo que tenía por la clavada (en parte culpa mía por no fijarme bien) era la hora de comer y solo tenía un plátano y un poco de pan con crema de cacahuete que me había sobrado.
Para no gastar dinero en el transporte pensé en subir hacia el centro andando y así ver algunos sitios que había por la mitad como la famosa "Lombard street" una calle de las más sinuosas del mundo.
Un vídeo de la bajada a pie por la calle
Una zona con un claro alto nivel socio-económico que se dejaba notar con solo observar las casas que asomaban entre cuesta y cuesta. ¡Daría lo que fuese por vivir ahí!.
Una vez llegué al centro de nuevo planeé un recorrido por la parte de la ciudad que me quedaba por ver, pensé en ir hacia el Ayuntamiento y desviarme hasta el "Golden Gate Park" donde decían que había búfalos en una parte. Pero justo mi cámara se quedo sin batería y ya empezaba a hacerse de noche como para que me diese tiempo de ir a recargarla y volver.... Entonces lo que hice fue irme al hostal para preguntar por mi maleta, algo que me costó una barbaridad porque la mujer no se enteraba de que ayer me habían dicho que hoy estaría en recepción. Finalmente quedé en ver a la mañana siguiente pero con el miedo de que tenía que hacer ya el check-in para el vuelo a New York y no sabía si facturar una o dos maletas :/
Era de noche y no podía ir a visitar nada pero sí que aproveché para irme a un centro comercial en el centro y comprarme unos guantes que tanto necesitaría en NY. (Y solamente por 1 dólar).
Ya en el hostal y después de darme una duchita me fui a dormir sin hacer ruido porque allí la gente llevaba durmiendo desde las nueve.
¡Hoy tocaba madrugar para ir a Alcatraz! Esta vez no me hinche tanto a pancakes y me fui corriendo para llegar a tiempo. Hacía una mañana fresca pero perfecta para ir a la isla.
Pude fotografiar una calla que me llamó la atención de la inclinación que tenía para que os hicieseis una idea de las subidas que había en esta ciudad.
Llegué al embarcadero unos quince minutos antes de que saliese el barco así que perfecto. Tuve la "gran" idea de sentarme en la parte descubierta arriba del todo para ver las vistas pero al final lo que pasó en que me morí de frío. El viaje duró como unos veinte minutos, poco a poco veías acercarse esa "roca" en medio de la bahía y te intentabas imaginar lo que sentirían los presos al saber que iban a pasar una larga temporada allí recluidos.
Estas pintadas se deben a que en la isla vivieron indios y hippies después de fuese cerrada en 1963.
Nada más pisar ya sientes ese ambiente sombrío y espeluznante que rodea a la isla constantemente, lo que la hace aún más especial. Además me dí cuenta al instante de que porque la llaman la "Roca helada" pues soplaba muchísimo un viento que venía congelado.
La próxima vez que vaya a San Francisco haré la visita de la cárcel de noche porque aunque costaba un poco más debe ser una experiencia totalmente diferente y estremecedora.
Lo primero que hicieron fue dividir el grupo entre los que querían realizar la visita por su cuenta y los que preferían ir con el guía, yo fui de los del primer grupo claramente.
Lo primero que visité fueron los alrededores del este de la isla, el tanque de agua y alguna sala que había servido de almacén.
Seguidamente fui a lo que es la cárcel en sí adelantándome al grupo guiado para no coincidir con ellos dentro. Para llegar a la entrada había que subir una pequeña colina que estaba vallada. Es necesario decir que se nota muchísimo que una de las razones del abandono de la isla fue la degradación porque se puede ver a lo largo de todo el recorrido que hay partes en muy mal estado por la humedad y por el viento.
Nada más entrar te dan un audio-guía disponible en español algo que se agradece. El audio consistía en explicaciones y relatos verídicos de trabajadores o reclusos de Alcatraz. La visita comenzaba por la zona donde los reclusos recién llegados debían cambiarse de ropa y darse una ducha.
La siguiente parte era la de las celdas, divididas en varios bloques, quedando el "D" reservado para los reclusos más peligrosos o para el aislamiento. El audio te iba llevando por las diferentes salas de una manera cronológica con los diferentes sucesos, intentos de escape, ect. Fue interesante saber que hubo un año en el que los reclusos se hicieron con el mando de la cárcel y el ejército tuvo que bombardear la cárcel. Además había celdas que recreaban muy bien la vida allí como podemos ver a continuación:
La visita al "Bloque D" fue de los más interesante de toda la cárcel. Aquí estaban las celdas de aislamiento, totalmente a oscuras y con un espacio muy reducido. Algunos de los presos famosos que pasaron por ellas fueron: Al Capone y Robert Franklin Stroud ("El hombre pájaro"). Mientras estabas en una de las celdas escuchabas el relato de uno de los presos que te explicaba lo que hacía el para matar el tiempo mientras estaba dentro, una verdadera angustia.
Nada más salir de este bloque te encontrabas con la biblioteca y justo inmediatamente al otro lado el patio. Te daba la impresión de haber estado ya allí porque estos lugares salen en la película de Clint Eastwood, la cual representaba el escape que se produjo en 1962.
Las siguientes partes del recorrido fueron bastante interesantes, te explicaban algunos datos de historia, la manera de como trabajaban los administrativos allí, los alcaides que habían pasado por las oficinas, etc. Toda esta parte discurría por la parte fuera de las celdas, reservada para los operarios. Desde aquí podías ver el jardín y el pequeño faro que había en el patio, lugar donde los niños de los trabajadores podían jugar y sembrar.
Cuando volvemos a entrar nos muestran una de las celdas que pertenecía a uno de los hermanos que se escaparon en 1962. Representado en la película de Clint Eastwood que he comentado anteriormente.
La última parte con audio-guía del recorrido era la cocina: se decía que en Alcatraz la comida se podía considerar un lujo comparado con el de otras cárceles. El techo estaba preparado para echar gas en caso de que hubiese un disturbio pero no fue utilizado nunca. De toda la cárcel la cocina era considerado el punto más crítico y en el que la seguridad era máxima.
Una vez salí de lo que es la cárcel en sí, terminé la visita por los jardines de alrededor desde donde se podía tomar una hermosa fotografía de la ciudad y de la bahía.
La visita de Alcatraz demuestra ser un claro ejemplo de una buena visita turística. Para mí no habría nada mejorable, tanto el recorrido con el audio y los testimonios reales, como la gestión del lugar es de diez. Nunca había pagado 30 euros con tanto gusto.
Tomé el barco de vuelta a eso de las 11 de la mañana, lo que me daba tiempo para ir a visitar algunos de lugares de la ciudad que se me habían quedado como pendientes. Antes de pasarme por el hostal fui a visitar la catedral de Grace, una verdadera maravilla tanto por dentro como por fuera. Una pena que para entrar más allá de la entrada había que pagar unos 6 dólares.
Mi hostal estaba justo dos calles abajo de la catedral así que aproveché para preguntar por última vez por mi maleta y descansar un poco. En recepción estaba el chico del lunes y antes de preguntarle por la maleta la vi es una esquina y empecé a gritarle "¡Esa es la mía!" a lo que me miró con una cara rara porque no entendía nada de español XD Casi le doy un abrazo y todo. Nunca me habría imaginado que tener una maleta de vuelta me hiciese tan feliz pero es que en ella llevaba todos mis recuerdos de México y pensaba que nunca la iba a recuperar. Inmediatamente hice el check-in para mi vuelo de esa misma noche y me fui al centro más feliz que un niño con una bici nueva.
Una vez allí fui a visitar el imponente ayuntamiento que si os fijáis bien se da un aire a el Palacio de los Inválidos de París.
El Ayuntamiento era también visitable por dentro.
Había que andar unos treinta minutos para llegar pero no podía dejar pasar la oportunidad de visitar "Alamo Square", el barrio preferido para vivir por los habitantes de SF. Sin duda un parque en el que me habría gustado poder estar más tiempo admirando aquellas casas tan peculiares.
Finalmente lo último que visité de esta maravillosa ciudad fue Chinatown. No tengo palabras para describir la sensación de entrar allí, solamente que se sentía como estar directamente en un barrio de china, una pequeña burbuja dentro de San Francisco. Además de que fue aquí donde se inventó la galletita de la suerte tan conocida y que es una de las poblaciones chinas más grandes del mundo.
Antes de volver al hostal me dí un lujo y me compré un Subway para comer :)
Hice rato en el hostal preparando todo para el viaje en avión, me despedí del chico de recepción después de darle las gracias mil veces y salí camino hacia el metro con la maletorra sin rueda (ya recuperada) y la de mochilero.
Era la primera vez que montaba en el metro de SF porque la verdad es que solo es útil para ir al aeropuerto, pero la verdad es que es muy eficaz y muy útil. No tuve ningún problema para llegar y estuve en el "airtrain" a las 20:30 cuando mi avión salía a las 22:00. Me quedé bastante alucinado con lo moderno que era el tren este que te desplazaba por las diferentes terminales del aeropuerto y tuve la suerte de que mi parada era la primera.
Facturé las maleta y la mochila, pasé el control de seguridad y me quedé cenando unas galletas en la sala de embarco de la compañía "United". Finalmente dieron las 22:00 y me encontraba sentado en un avión que me llevaría de la costa oeste de EEUU a la costa este con destino: NUEVA YORK.
Solamente estuve en San Francisco dos días pero fueron suficientes para darme cuenta de es una ciudad en la que me gustaría vivir o al menos volver a visitarla. (Mejoraría un poco la limpieza). Me quedaron pendientes algunos sitios como el Parque Nacional de las Secuoyas a las afueras y el "Golden Gate Park". HASTA LUEGO SAN FRANCISCO.
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