En noviembre era la hora de un viaje soñado, un viaje que surgió de la improvisación y de nuestra locura: ¡Tailandia!
Todo comenzó unos meses atrás cuando estuve planeado hacer una ruta por Escocia para principios de otoño... Se lo comenté a una compañera de trabajo por si se animaba a venir conmigo. Ella en cambio, me dijo que si no estaba dispuesto a probar otros destinos más exóticos y cálidos. A lo que obviamente yo no me pude negar, salvo porque tenía un presupuesto muy ajustado.
Así fue como comenzamos a intimar más y a buscar opciones de vuelos baratos a la zona del sureste asiático. Más que por el destino, nos dejábamos influenciar más por el precio. Nuestras primeras opciones fueron Filipinas y Malasia. Pero nosotros queríamos algo más cultural y exótico... Así es como llegamos a Tailandia, un país que nos ofrecía de todo, con lo que parecía ser el destino ideal para tener una primera toma de contacto con esta zona.